En la música pop, hay varias progresiones de acordes que se repiten con muchísima frecuencia. A continuación, verás las más populares y por qué funcionan tan bien:
1. I – V – vi – IV
Ejemplo en Do mayor: C – G – Am – F
¿Por qué funciona?
1. Carácter cíclico y memorable: Muchas canciones pop giran en torno a una rueda de acordes que se repite a lo largo de estrofas y coros. Esta progresión mantiene el interés al moverse de la tónica (I) a la dominante (V), introduciendo luego un giro emocional (vi, acorde menor) y regresando a un sonido estable con IV.
2. Sensación de ascenso y resolución: Al pasar de G (V) a Am (vi), cambiamos de un acorde mayor a uno menor, lo cual refresca el oído. Posteriormente, el IV (F) aporta un “respiro” antes de volver al I (C).
Ejemplos de canciones: “With or Without You” (U2), “Don’t Stop Believin’” (Journey) y muchas otras.
2. vi – IV – I – V
Ejemplo en Do mayor: Am – F – C – G
¿Por qué funciona?
1. Arranque con acorde menor: Empezar en el vi (menor) da a la progresión un tono más “emotivo” o “melancólico”.
2. Fluidez tonal: El paso Am (vi) → F (IV) → C (I) → G (V) conduce de forma muy natural a la tónica (C) y remata con la dominante (G).
3. Estructura versátil: Muchos artistas la eligen para estrofas (donde el ambiente melancólico del vi es muy apropiado) y también para coros, solo cambiando el ritmo o la forma de tocar cada acorde.
Ejemplos de canciones: Infinitas baladas y temas pop-punk utilizan esta rueda, dándole un matiz ligeramente más dramático al inicio.
3. I – vi – IV – V
Ejemplo en Do mayor: C – Am – F – G
¿Por qué funciona?
1. Secuencia clásica de los años 50: También llamada la “50’s progression”, fue la base de innumerables baladas y doo-wop. De hecho, se le considera un pilar de la música pop occidental.
2. Movimiento a un acorde menor cercano: Al ir de I (C) a vi (Am), introduces una variación emocional suave pero efectiva.
3. Cadencia sencilla y pegadiza: La rueda se cierra con F (IV) y G (V), que “empujan” con fuerza para volver a C (I).
Ejemplos de canciones: “Blue Moon”, “Stand by Me”, “Heart and Soul” y otros clásicos.
4. ii – V – I
Ejemplo en Do mayor: Dm – G – C
¿Por qué funciona en pop?
1. Orígenes jazzísticos: Es muy común en el jazz, pero también se filtra en composiciones pop más sofisticadas, sobre todo en el puente (bridge) o en secciones que buscan un color más elegante.
2. Cadencia perfecta: V (G) resuelve con fuerza en I (C), y ii (Dm) actúa como preparación para que el V se sienta todavía más poderoso.
3. Variación modal: A veces se combina con acorde II mayor (D) para un efecto más “rock” o más “moderno”.
Ejemplos de canciones: Encontrarás ii–V–I en secciones de muchos temas de pop con toques de jazz, R&B o soul.
5. I – IV – V
Ejemplo en Do mayor: C – F – G
¿Por qué funciona?
1. Sencillez absoluta: Es la progresión más simple y esencial en la música occidental, usada en blues, rock y folk.
2. Relación fuerte entre acordes: El acorde V (G) ejerce tensión para volver al I (C), mientras que IV (F) brinda un punto intermedio de relajación.
3. Flexible para improvisar: Compositores y bandas de garage o rock clásico la adoptan porque es fácil de tocar, improvisar y cantar.
Ejemplos de canciones: Numerosos temas de blues de 12 compases, rock clásico y canciones infantiles.
Razón general de su popularidad
• Familiaridad auditiva: El oído occidental lleva décadas (incluso siglos) escuchando estas secuencias, lo que genera una sensación de confort y previsibilidad agradable.
• Sensación de “tensión y resolución”: Las progresiones se basan en relaciones tonales muy claras entre acordes mayores y menores, creando un viaje sonoro que el oyente reconoce fácilmente.
• Facilidad para la melodía y la letra: Al ser armonías muy estables, permiten que la voz destaque, sea pegadiza y se memorize con rapidez.
En conclusión, estas progresiones son populares precisamente porque equilibran simplicidad y eficacia melódica. Permiten que el compositor se centre en la línea vocal, el estribillo y la producción, sin arriesgar demasiado la estabilidad tonal. Y, como oyentes, sentimos ese “hogar musical” que nos engancha una y otra vez, razón por la cual tantos éxitos en la historia del pop se basan en estas fórmulas.